Prevenir alergias en los bebés puede llegar a ser complicado porque controlar la aparición de enfermedades alérgicas a tan temprana edad solo es posible en parte, dado que sus causas no se conocen del todo y los científicos aún las están investigando.

A pesar de lo anterior, sí que puedes aplicar algunas medidas con las indicaciones del pediatra y/o alergólogo, para prevenir, reducir o retrasar la aparición de enfermedades por alergias o por asma en tu bebé y te lo contamos hoy y aquí.

¿Cómo se pueden prevenir las alergias en bebés?

Para saber cómo prevenir primero hay que identificar el tipo de alergia que puede sufrir o a la que puede estar expuesto el bebé y a partir de ahí actuar en consonancia.

En los siguientes apartados vamos a meternos en profundidad en los principales focos desencadenantes de reacciones alérgicas en los bebés. 

¿Cómo prevenir la alergia alimentaria en bebés?

Es un hecho bastante conocido a nivel de la población en general, que algunos alimentos pueden provocar reacciones alérgicas graves e incluso potencialmente mortales en los niños.

Los bebés tienen un mayor riesgo de padecer una alergia alimentaria si ya tiene otras alergias (como eczema) o si al menos uno de sus padres o hermanos sufren de alergias alimentarias, rinitis alérgica, dermatitis atópica (eczema) o asma.

Afortunadamente, ya hemos comentado que existen algunas medidas que pueden ayudarte a prevenir el desarrollo de alergias en el bebé, en este caso de las alergias alimentarias y que son: 

• Amamantar con leche materna durante al menos los primeros 4 o 6 meses.
• Si la lactancia materna no es posible, un pediatra puede ayudarte a elegir la mejor opción para tu bebé entre las distintas fórmulas disponibles .
• La introducción al bebé en la ingesta de alimentos sólidos, potencialmente alergénicos, después de los 4 meses puede ayudar a prevenir las alergias alimentarias. Pero cuidado, si tu hijo ya tiene alergias o está predispuesto a ellas la introducción de estos alimentos debe hacerse bajo supervisión médica y con más precaución.

¿Qué dice la EAACI (European Academy of Allergy and Clinical Immunology) sobre cómo prevenir alergias alimentarias en bebés? 

Sus consejos en este tema son los siguientes:

1. Evitar las fórmulas con leche de vaca habituales en la alimentación complementaria en los bebés de pecho en la primera semana de vida. 
2. Introducir en la dieta del lactante y como parte de la alimentación complementaria el huevo (y el huevo pasteurizado) bien cocido -no crudo. 
3. En poblaciones en las cuales la prevalencia de alergia a los cacahuetes es alta, es recomendable introducirlos en la dieta de forma adecuada a la edad y como parte de la alimentación complementaria.

Según el Atlas Global de la Alergia (organizado por la EAACI), otras de las fuentes de investigación abiertas se centran en analizar el papel de los suplementos probióticos y prebióticos como medio para restablecer la diversidad microbiana necesaria para la maduración inmunológica y metabólica. 

También se investiga la capacidad de otros nutrientes como los ácidos grasos poliinsaturados, los antioxidantes y la vitamina D para ayudar en la prevención de las alergias alimentarias y la inflamación.

Si quieres profundizar más en el tema, en este artículo te hablamos a detalle de los síntomas y las causas de riesgo de las alergias en bebés. 

¿Cómo prevenir el asma?

Generalmente, el asma se ha asociado con las alergias, la exposición al humo del tabaco y las infecciones respiratorias.

A continuación vamos a ver algunas medidas y acciones que pueden ayudar a reducir el desarrollo del asma en los bebés, según la Sociedad Portuguesa de Alergología e Inmunología Clínica (SPAIC):

• Evitar completamente la exposición al humo del tabaco durante el embarazo, la lactancia y a lo largo de la infancia.
• Minimizar en la medida de lo posible el riesgo de infecciones respiratorias, por ejemplo, evitando el contacto con personas enfermas o permaneciendo en casa con el bebé cuando haya brotes de infección en la guardería.
• La lactancia materna también tiene un efecto preventivo sobre el asma al transmitir por este medio la madre al niño agentes de defensa maternos que le sirven de protección en infecciones respiratorias.  
• En los bebés y niños que presentan rinitis alérgica, la inmunoterapia específica durante al menos 3 años podría prevenir el desarrollo del asma. Según la Sociedad de Inmunología Clínica y Alergia de la Australasia (ASCIA), el objetivo actual de la inmunoterapia con alérgenos es tratar las alergias ambientales. Sin embargo, hay algunas pruebas de estudios en proceso que indican que tratar a los niños con rinitis alérgica (fiebre del heno) usando la inmunoterapia con alérgenos como tratamiento para minimizar la alergia puede dar resultados positivos al reducir el riesgo de que desarrollen asma o una mayor sensibilidad a los aeroalérgenos a lo largo de su vida. 
• Las actividades al aire libre tienen efectos positivos sobre el asma.
• Los períodos excesivos de sedentarismo agravan el riesgo de sufrir esta enfermedad.
• La obesidad y el sobrepeso tienen relación directa con la probabilidad de sufrir asma. 
• Como ya hemos señalado en el apartado de alergias alimentarias, algunos elementos de la dieta de los bebés parecen reducir la aparición de asma, por ejemplo la lactancia materna y una dieta saludable a base de frutas frescas, alimentos ricos en vitaminas C, E y D, y pescado. Siempre a partir de la edad recomendada por el pediatra para ello.

Dependiendo de cuáles sean los desencadenantes del asma de tu bebé, tendrás que hacer una serie de ajustes en casa y/o en el lugar donde lo cuidan (guardería, casa de un familiar o de un cuidador), además de en otros entornos menos habituales pero que también le puedan afectar (hoteles o residencias vacacionales propias, etc.), todo ello con el claro objetivo de minimizar su exposición. 

Algunos de estos ajustes y cambios a realizar, según los desencadenantes del asma, son:

• Limpiar cuidadosamente la casa para controlar el polvo y los alérgenos de las mascotas.
• Hacer revisiones periódicas que te informen de los niveles de recuento de polen y evitar la exposición en los días de mayor concentración (cerrar puertas y ventanas, y evitar salir al exterior).
• Evitar el uso de productos de limpieza u otros elementos químicos que puedan causar irritación de las vías respiratorias del bebé. 
• No fumar cerca del bebé ni en los lugares donde vaya a estar.

¿Cómo se puede prevenir la dermatitis atópica y otras alergias en los bebés?

Está demostrado que el uso regular de cremas hidratantes (emolientes) desde que el bebé es un recién nacido reduce el riesgo de que sufra de eczema atópico. 

Por el contrario, una exposición excesiva del bebé al polvo doméstico y a los alérgenos de los ácaros del polvo puede ser el factor desencadenante o agravante de la dermatitis atópica.

Entonces, ¿cómo puedes prevenir la alergia a elementos a los que el bebé está expuesto por el simple hecho de respirar como los ácaros del polvo, el polen y los alérgenos de los animales domésticos?

El hecho de que los bebés y los niños en sus primeros años de vida pasen mucho tiempo durmiendo te obliga a prestar especial atención a que el entorno donde duermen (habitación, cama, cuna o guardería) sean lo más seguros posible.

La exposición de los bebés a altos niveles de concentración de ácaros, hongos, polen y otros alérgenos que respiran, está directamente asociada a un mayor riesgo de que sufran o desarrollen una enfermedad alérgica respiratoria.

A pesar de que es un problema grave al estar tan enraizado con la rutina de vida diaria del bebé, controlar las fuentes de generación y desarrollo de los alérgenos en el aire, además de un seguimiento constante por parte de un pediatra/alergólogo, es una inmejorable forma de prevenir que el bebé tenga síntomas de alergia. 

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