¿Sufres o crees que sufres de alergia al poliéster? En esta guía revisamos algunos datos sobre la alergia a este material, para que sepas cómo lidiar con ella.
El poliéster es una fibra bastante conocida por la mayoría de usuarios que se usa mucho en etiquetas textiles pero, ¿qué es realmente?
Pues bien, el poliéster es el nombre que se da a los diferentes polímeros en los que los grupos éster son su principal compuesto. El poliéster más común es el PET (Polietileno tereftalato). El poliéster es conocido por ser resistente a encogerse, arrugarse, estirarse y a desarrollar moho, motivos por los cuales se usa ampliamente en la industria textil.
Lamentablemente, este tipo de fibra artificial es un problema para muchas personas. No solo eso, sino que además, la alergia al poliéster, junto con otras dolencias similares, causa molestias e irritación a una parte importante de la población.
Según los estudios, más de 50 millones de estadounidenses sufren problemas relacionados con la alergia cada año, y se estima que alrededor de 18 miles de millones de dólares se destinan al tratamiento de alergias en el sistema sanitario.
Sabiendo esto, si tienes alergia al poliéster, sigue leyendo para averiguar cómo puedes prevenir las erupciones cutáneas que causa, así como para encontrar formas de aliviar los problemas alérgicos ocasionados por este tejido.
¿Qué es la alergia al poliéster?
La alergia al poliéster, como otras alergias textiles, se manifiesta como una dermatitis por contacto.
Este tipo de dolencia se divide en dos tipos:
- Dermatitis por contacto alérgica.
- Dermatitis por contacto irritativa.
Las vemos un poco más a detalle.
Dermatitis por contacto alérgica
La dermatitis por contacto alérgica se da cuando el sistema inmune reacciona a una sustancia inocua y no tóxica, produciendo una reacción en la piel.
Esta respuesta alérgica habitualmente aparece pasadas unas horas o días tras la exposición al alérgeno.
Dermatitis por contacto irritativa
La dermatitis por contacto irritativa, es un problema común en general y no se produce por motivos de alergia.
Aparece cuando una tela o sustancia irrita o daña la piel, causando inflamación. A diferencia de la reacción alérgica, la irritación normalmente se produce inmediatamente después del contacto con la sustancia irritante.
La alergia a los textiles está generalmente relacionada con los químicos utilizados en la producción de estos tejidos o con el material en sí.
Sin embargo, los tintes, especialmente los colorantes dispersos utilizados en el poliéster, son el primer alérgeno asociado a las alergias a los textiles, seguido de otros químicos, como las resinas utilizadas en el acabado.
Por tanto, la alergia al poliéster no solo está relacionada con el propio tejido, sino con todas las sustancias químicas pertenecientes al procesamiento de la ropa y las telas.
Síntomas de alergia al poliéster
La alergia a los tejidos fabricados de poliéster es más común en individuos que tienen la piel sensible y, habitualmente, eso desencadena en una reacción alérgica en la superficie cutánea, con síntomas que pueden ir de leves a severos.
A continuación, describimos los síntomas más comunes de dermatitis por contacto:
- Erupción cutánea o sarpullido en el área que ha estado en contacto con el alérgeno.
- Marcas rojizas.
- Picor que va de leve a severo.
- Hinchazón o formación de costras gruesas en el área de la lesión.
- Sensación de calor en la piel.
¿Cómo prevenir una erupción cutánea u otros síntomas por la alergia al poliéster?
El poliéster es una fibra sintética que encontramos en diferentes tipos de tejidos. De hecho, diferentes objetos como la ropa, las alfombras, las telas industriales, la ropa de cama, las cortinas, etcétera, a menudo contienen poliéster.
Las fibras sintéticas se encuentran en tejidos artificiales que conocemos como acrílico, nylon o el propio poliéster. Entre las fibras consideradas naturales, por otra parte, encontramos el algodón, la lana, la seda o el lino.
Para prevenir un ataque de alergia por contacto con el poliéster, es mejor evitarlo por completo y, en consecuencia, evitar todos los químicos asociados a este tipo de material.
Tomar estas precauciones tiene sentido porque podrías tener alergia a los alérgenos de los tintes y químicos habitualmente utilizados en la producción del poliéster.
Por tanto, cuando vayas a comprar ropa, toallas e incluso muebles, debes buscar tejidos que sean naturales y contengan menos colorantes o químicos.
Es importante que tengas muy presente que algunos materiales están compuestos por varios tipos de fibras. Por eso, asegúrate de leer las etiquetas antes de comprar para, de esta forma, tener la certeza de que no contienen fibras de poliéster.
Al poliéster se le conoce también con otros nombres, así como los compuestos relacionados con él.
Si tienes alergia al poliéster, te conviene evitar por ejemplo:
- La seda china.
- El dacron.
- El dimetil tereftalato (DMT).
- El monoetilenglicol (MEG).
- El polialgodón.
- El polietileno tereftalato (PET).
- El ácido tereftálico purificado (PTA).
- El terileno.
Factores que pueden empeorar los síntomas de alergia al poliéster
Existen una serie de factores que pueden contribuir a empeorar la alergia al poliéster.
Para prevenir síntomas severos, ten muy presentes las siguientes condiciones que son susceptibles de hacerte empeorar:
- La ropa ajustada.
- La falta de higiene.
- El exceso de humedad.
- La obesidad.
- La hiperhidrosis.
Si tienes alergia al poliéster, evitar los factores que te acabamos de describir puede reducir considerablemente las probabilidades de una erupción cutánea.
¿Cómo tratar los síntomas de alergia al poliéster?
Existen diversas formas de tratar los síntomas de una alergia al poliéster, dependiendo de la seriedad del caso.
Entre los medicamentos disponibles en el mercado encontramos tratamientos tópicos, en forma de lociones y cremas, así como tratamientos orales o inyectables.
No obstante, es importante que acudas al médico para que sea él quien diagnostique el problema con precisión, así como la mejor forma de tratarlo.
Si tienes la piel sensible, es buena idea tener ciertos medicamentos -que te haya recomendado tu médico- siempre a mano, sobre todo si estás fuera de casa.
De esta forma, si sufres una reacción alérgica, podrás controlar la situación rápidamente.
Justo a continuación, te enumeramos los pasos a seguir para tratar el área afectada correctamente:
- Limpia la piel con agua para eliminar cualquier rastro del alérgeno. Asegúrate de no utilizar productos cuya composición incluye químicos agresivos, ya que podrían empeorar la reacción.
- Siempre asegúrate de tener las manos limpias antes de aplicar loción o crema sobre el área afectada.
- Y recuerda: siempre es mejor consultar con tu médico antes de usar cualquier producto. Esto te ayudará a evitar complicaciones que podrían empeorar tu dolencia.
Factores que pueden contribuir a desarrollar una alergia al poliéster
Aunque pueda parecer improbable, ciertas condiciones ambientales y del día a día pueden contribuir a hacer que la alergia al poliéster sea más común.
Aquí te mostramos los principales motivos por los que la probabilidad de desarrollar una alergia al poliéster podría aumentar:
- Trabajar en condiciones climatológicas húmedas o calurosas.
- Tener una piel delicada o sensible.
- Tener otras alergias.
- Tener otros problemas de piel como eczema.
Lamentablemente, algunos de los factores anteriores son inevitables, sin embargo, podemos tratar de ser proactivos a la hora de tomar ciertas precauciones a fin de evitar que el problema de alergia al poliéster empeore.
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