Los alérgenos no afectan por igual a todas las personas, de esto se desprende la importancia de saber qué moléculas producen alergias y cuáles no o qué personas están más expuestas a reaccionar alérgicamente ante ciertos agentes considerados como alérgenos.
En este artículo te vamos a explicar lo que son los alérgenos, cuáles son los principales tipos que existen, los factores que influyen en que una molécula sea o no un alérgeno y finalizaremos dándote algunos consejos para protegerte de ellos.
¿Qué son los alérgenos?
Los alérgenos son sustancias normalmente inofensivas pero que pueden desencadenar una respuesta de defensa del sistema inmunitario dando como lugar una reacción alérgica.
Imagina que tienes alergia al polen, esto es porque tu sistema inmunitario lo identifica como un agente invasor o como un alérgeno y responde liberando sustancias químicas que provocan síntomas generalmente en nariz, ojos, garganta, piel, oídos y boca.
¿Cuáles son los principales alérgenos?
En el punto anterior hemos mencionado el polen pero este no es el único alérgeno que afecta a las personas.
Además del polen, entre los alérgenos comunes encontramos los ácaros del polvo, la caspa de los animales, el moho, algunos medicamentos, distintos alimentos y el veneno de los insectos, entre otros.
Si a la hora de realizar la clasificación de los alérgenos nos fijamos en la forma en que estos acceden al organismo, tenemos tres puertas de acceso:
- Por el aire.
- Por ingestión.
- Por otros medios.
Alérgenos que se inhalan
También conocidos como aeroalérgenos, se transportan por el aire y entran en el organismo de las personas cuando estas los inhalan. Principalmente hablamos del polen y de los ácaros del polvo, pero también se incluye el moho, la caspa de los animales, los alérgenos de las cucarachas, entre otros.
Como ya estarás intuyendo pueden considerarse alérgenos de exterior o de interior dependiendo de si su origen está al aire libre o en el interior de las viviendas, de otros espacios residenciales, oficinas, colegios, etcétera.
Por lo general, los alérgenos de interior causan síntomas que se manifiestan durante todo el año, mientras que los alérgenos exteriores tienen un campo de actuación más relacionado con diferentes épocas estacionales.
Entre los alérgenos de exterior el máximo representante es el polen (aquí nos referimos a los distintos tipos de pólenes de árboles, hierbas y malezas) seguido de las esporas de los hongos.
Mientras, entre los alérgenos de interior el podio lo ocupan los ácaros del polvo doméstico pero los alérgenos de moho, de las cucarachas y de las mascotas también pueden ser comunes.
Alérgenos que se ingieren
A los alérgenos alimentarios también se les conoce con el nombre de trofoalérgenos y son los responsables de distintas reacciones alérgicas que pueden afectar a la piel, al sistema digestivo, al respiratorio, al cardiovascular e incluso al neurológico. El caso más extremo de alergia alimentaria puede llegar a provocar anafilaxia y ocasionar la muerte.
En algunos casos, alérgenos similares pueden provocar reacciones alérgicas en lo que se denomina reactividad cruzada. Esto ocurre, por ejemplo, en personas alérgicas al polen, que también tienen reacciones alérgicas a ciertas frutas.
Al mismo tiempo, una persona con alergia alimentaria puede sufrir una reacción al comer un alimento que se considera seguro, es decir, libre de alérgenos, pero que ha sido contaminado por alérgenos, por ejemplo, durante la preparación - esto se llama contaminación cruzada.
Otros Alérgenos
Aquí se agruparían los alérgenos procedentes de mordeduras y picaduras de insectos, los alérgenos de contacto, que pueden ir desde el látex o algunos metales, hasta cosméticos, medicamentos y alérgenos de otras categorías (como los de los animales domésticos), entre otros.
Las picaduras de los insectos (abejas y avispas) que en unas personas son molestas pero inocuas, en otros pueden llegar a revestir cierta gravedad o inclusive ser causa de muerte por anafilaxia.
En este caso, el alérgeno se encuentra en el veneno que inyecta el insecto en la persona. Sin embargo, la piel de la persona falla en su función principal de escudo natural ante el ataque de un agente intruso o alérgeno.
Las picaduras atacan de forma muy directa el organismo humano y el acceso al sistema inmunitario es muy rápido lo que provoca que las reacciones alérgicas se puedan manifestar con suma prontitud.
Los alérgenos de contacto provocan reacciones cuando entran en contacto con la piel de la persona alérgica, como el látex, los cosméticos o algunos metales.
Es importante tener en cuenta que otros tipos de alérgenos también pueden causar reacciones alérgicas de contacto, por ejemplo, cuando los alérgenos de las mascotas o el polen entran en contacto con la piel de la persona.alérgica.
¿Qué factores influyen en que una molécula sea un alérgeno?
A día de hoy, siguen sin saberse con exactitud todos los factores por los que una molécula se convierte en alergénica aunque existen hechos y estudios que avalan ciertas tendencias por las que las moléculas se hacen alérgenos.
El primer punto lo encontramos en el número de moléculas diferentes del organismo. Cuanto más diferentes sean, con más facilidad provocarán alergias en los individuos.
Otro aspecto a tener en cuenta es el número de epítopos, es decir, el grupos de aminoácidos que se unen a los anticuerpos de la inmunoglobulina E o IgE. Cuantos más epítopos, más probabilidades de provocar reacciones.
Las moléculas similares a otros alérgenos, la estabilidad molecular, la solubilidad (en agua), el tamaño (las de mayor envergadura), entre otras, también son variables que influyen y que aumentan la probabilidad de sufrir reacciones alérgicas.
Otro aspecto clave al margen de la composición química del alérgeno es el tiempo de exposición que la persona está ante el alérgeno. En general, cuanto mayor sea el tiempo de exposición, lógicamente mayor será el riesgo de sufrir reacciones alérgicas.
En este mismo sentido, el hecho de que las personas se expongan a alérgenos de forma intermitente o estacional también tiende a hacer que la probabilidad de sufrir una respuesta alérgica sea mayor. Pero en algunos casos, la sobreexposición al alérgeno puede provocar el efecto contrario, esto es tolerancia al mismo.
¿Qué sistemas protegen de los alérgenos?
Como podrás imaginar, la forma en que el alérgeno entra en contacto con la persona (por el aire, por los alimentos, por contacto o por picaduras) es fundamental a la hora de establecer escudos protectores que impidan desarrollar la enfermedad alérgica.
Los escudos naturales con los que contamos las personas son la piel, las mucosas respiratorias y las gastrointestinales, entre otras. Su misión es protegernos de los agentes “agresores” externos y mantener al organismo a salvo de riesgos de los microrganismos y otros peligros.
Tras estos escudos naturales, en una segunda línea de batalla, encontramos a las células del sistema inmunitario que están encargadas de defender el organismo de posibles ataques de elementos indeseados, incluidos los alérgenos.
Las células del sistema inmunitario cuando reconocen moléculas extrañas se ponen en modo combate y las destruyen o impiden su avance, por ejemplo, generando anticuerpos. Cuando se generan anticuerpos contra los alérgenos, se desencadena la reacción alérgica.
Contar con aparatos purificadores de aire puede ayudar a mantener una calidad del aire que sea saludable y que redunde en un menor riesgo de sufrir cierto tipo de reacciones alérgicas procedentes de alérgenos que se inhalan.En Airfree contamos con experiencia demostrada para crear espacios interiores saludables.